
Potencial de la Biomasa Forestal en España
El sector forestal tiene mucho potencial. El bosque en España ha venido aumentado su superficie en un 1,2% desde hace dos décadas, según el informe Perfil ambiental de España 2018, elaborado por la Dirección General de Biodiversidad y Calidad Ambiental del Ministerio para la Transición Ecológica. Entre las principales razones para esta recuperación boscosa del territorio se encuentran los planes de restauración forestal y la regeneración natural debida fundamentalmente al abandono del medio rural. Actualmente, el 55% del territorio es superficie forestal, y de esta, casi un tercio es arbolada. Sin embargo, aún estamos muy lejos del aprovechamiento óptimo, puesto que solo se consume un 40% de la biomasa frente al 61% de la media europea. Así lo asegura el Instituto de la Ingeniería de España (IIES), que celebró recientemente una jornada sobre Biomasa y Aprovechamiento Forestal.
De acuerdo con los datos del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO), señala el IIES, en 2020 el consumo de energía final en España en lo que se refiere a energías renovables y residuos fue del 21%, de cuyo porcentaje el 30% procedió de la utilización de biomasa para producción térmica y biocombustibles de transporte, con menor aportación en generación eléctrica.
El aprovechamiento por medio de la gestión forestal sostenible “reduce el riesgo y la virulencia de los incendios forestales y proporciona una fuente de energía soberana”, aseguran. Además, si se centran los esfuerzos en los próximos años, tal y como recomiendan los expertos, la biomasa podría aumentar en 12 millones de m3 de forma anual, de manera sostenible, lo que implicaría la creación de 12.000 puestos de empleo y la sustitución equivalente de 25 millones de barriles de petróleo y 9 millones de CO2 no emitidas.
Pero no todo es fácil. Para ello, afirma el IIES, se necesita desarrollar una gestión forestal de nuestros montes que permita movilizar más biomasa de la manera más eficiente y así contribuir a alcanzar los objetivos 2030-2050 de la UE, acercarnos a la independencia energética al mismo tiempo que se genera empleo de calidad.
Estamos, seguramente, muy por debajo de lo deseable. El consorcio europeo EurObserv’ER dice que España ocupa el puesto 22 de 27 en cuanto a la proporción de energía eléctrica producida con biocombustibles sólidos.
La biomasa eléctrica agroforestal, dicen los expertos, presenta como ventajas su consideración como energía renovable, su independencia del tiempo atmosférico y su utilidad como elemento de disminución del riesgo de incendios forestales. Sus debilidad es el bajo rendimiento de conversión energética si sólo se utiliza en generación (<35%), si bien la cogeneración se presenta como una oportunidad en industrias que requieran una descarbonización importante (siderurgia, cerámica, vidrio) o la producción de CO2 para bebidas gaseosas, cultivos intensivos en invernadero y producción de biohidrógeno y biometano.
En cuanto a la biomasa térmica forestal, se estima que el 17% de la energía para calefacción y agua caliente sanitaria (ACS) en España se cubre con biocombustibles sólidos. El 77% de los pellets se destinó al uso doméstico y el 19 % a la industria. El uso térmico de biomasa (pellets o astillas) en instalaciones colectivas (redes de calor o district heatings), promovido por los poderes públicos supone una gran oportunidad para el sector por su elevada eficiencia. En 2020 en España había 433 redes de calor alimentadas por biomasa, con 383 MW térmicos instalados.
https://www.hargassner.es/2023/02/08/el-gran-potencial-de-nuestro-sector-forestal/